La romántica aventura de una boda en el Albaicín y Cahorros
Tengo que reconocer que Antonio y Vanessa han sido unos románticos aventureros. Románticos, por la entrañable idea de casarse en el lugar que les recuerda a su pedida de mano, el Albaicín. Lugar que es también una aventura por la dificultad de acceso y movimiento, pero que recoge una belleza y esencia granadina inigualable. Pero más aventurera a sido su Postboda en los Cahorros en Monachil. Un lugar no apto para personas con vértigo, y en la fecha en la que hicimos el reportaje, tampoco apto para frioleros. Agradezco a esta pareja la valentía de escoger este entorno para su reportaje, y a pesar de todo, haber sido tan serviciales atendiendo de buen grado a mis proposiciones como fotógrafo.
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